Hace tiempo, cuando empecé ese fallido especial de "fenómenos de TV", reuní una lista bastante larga de pelis que cumplían las características (ya sabéis: tío/a que se había vuelto famoso saliendo en la TV, que su personaje fuera indudablemente él...). De todas, dos llamaban poderosamente mi atención, una de la que hablaré algún día y la que hoy nos ocupa: FBI.
Vamos a ver, intentemos contextualizar esta locura: Crónicas Marcianas fue un famoserrimo late night español que estuvo desde 1997 hasta 2005 en pantalla. Empezó (o eso dice wikipedia, porque yo para esas fechas apenas tenía 7 años y a esas horas ya dormía) con un humor blanco y sin sensacionalismo, pero en cuanto su gran rival, la sonrisa del pelícano, echó el cierre, Crónicas se creció. A partir de ahí, empezó el Crónicas que todos conocimos, el chungo, el que para muchos fue la gran puerta de entrada de la telebasura en España.
Pues bien, resulta que en ese programa destacaba un colaborar, Javier Cárdenas, que se dedicaba a ir por Aspaña buscando gente extraña para reírse de ella. Sí, el mismo Cárdenas que ahora da lecciones de moral y tiene un programa en la televisión pública. Todo esto culminó en uno de los momentos más locos de la historia cinematográfica de España: Cardenas acabó haciendo una peli, si es que se le puede llamar así, de eso. De coger a "frikis" y reírse de ellos.
Y, ahora sí, empiezo la reseña, una de las más cortas que he hecho en mi vida: ME CAGO EN TI, CÁRDENAS, EN TI Y EN TODOS LOS MUERTOS DE TU ESTIRPE. Una hora y cuarto, UNA HORA Y CUARTO de Cárdenas engañando, humillando y torturando (sí, torturando, nada ilegal, pero tortura al fin y al cabo) a personas con la excusa de: bueno, son freaks. Llega a tal punto que, por ejemplo, le impide ver el contrato que firma a Paco Porras. Ya no es que sea una peli mala, que tenga un argumento descabellado o algo así o que su humor se base en el splastick más lamentable. Es que, directamente, se basa en engañar, en humillar, en reírse de la gente sin ningún tipo de conciencia.
5 TUNKAS. Más que una peli mala, un mal precedente.
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