martes, 13 de octubre de 2015

El Robobo De La Jojoya


Durante estos días, alguna que otra persona, me ha ido diciendo que bueno, sí, les gustaba el blog, pero no eran demasiado fans de las pelis de terror, lo que me ha llevado a darme cuenta que éstas estaban monopolizándolo. Sí, es verdad que la serie B y Z tienen estas cosas, pero también hay caspa que no es de terror. Así que me he dicho, ayer fue el día de la hispanidad, hoy es martes 13, que mejor que ver "El robobo de la jojoya".



En un museo, se está presentando un majestuoso diamante: el ojo de Nefertiti, el orgullo de Egipto, valorado en 70 millones de libras esterlinas (del 91). Pero mientras se está haciendo el pase de prensa, aparece un ladrón colgado del techo, lleno de desatascadores del baño: los protagonistas planean robarlo. He de decir que la película empieza fuerte, nada de prólogos ni introducciones, presentamos el diamante, ya lo intentamos robar y hasta hacemos los primeros chistes que dan vergüenza ajena. De hecho, en los primeros cinco minutos ya han dicho hasta 6 veces ojete, ojo del culo o derivados: humor fino y de calidad. El robo sale mal, obviamente, que si no, no habría peli: cuando está a punto de cogerlo, aparece una ladrona disfrazada de policía y, junto a su compañero, roban el ojo. Sin embargo, les pilla un policía, esta vez de verdad, que acaban matando. Nuestro protagonista, accidentalmente, cae encima del policía, alertando así a la prensa.

Nótese que el malo tiene cara de muy malo.

El juicio, un compendio dechistes malísimos y gags viejos de la pareja y que, además, podemos ver que interpretan a más de un personaje, acaba con una condena de cadena perpetua para ambos. Ya en la cárcel, tras varios intentos fallidos de fuga y una escena que sólo sirve para enseñar mulatas en tanga, acaban compartiendo celda de castigo con un preso, Juan, que les dice que sabe como escaparse. Sin embargo, cuando Millán está hablando con su novio, que ha ido a verlo a la cárcel, se encuentra con la falsa poli del principio, que ha ido a ver a un complice para poder robar el ojo. Al ver la oportunidad perfecta para atrapar a la falsa poli y así poder exculparse del asesinato, deciden poner en marcha el plan de Juan, el planazo, diría yo: se visten de guardias civiles y se van por la puerta de la cárcel. TO-MA YA. Sin embargo, la fuga coincide con la otra fuga, la del cómplice de la falsa poli, que también es otro planazo de la hostia: aterrizar un helicóptero en pleno patio de la cárcel. En la fuga, el cómplice coge a los protagonistas de rehenes, pensado que son guardias civiles de verdad y los acaba tirando a una piscina.

Esther del Prado, lo mejor de la película

La película nos traslada a casa de puri, la hija de Juan. Esto sirve para dos cosas: ver tetas (muy bonicas) con sus chistes de tetas y ver también que los protagonistas se han ido a su casa, siguiendo el plan de su padre. Casualidades de la vida, Puri trabaja en los grandes almacenes donde se expone la joya. Esta les consigue una entrevista y les da unas pelucas. Pese a una entrevista lamentable que, como toda la película, es una excusa más para hacer sketches, los contratan. Tras un par de minutos de chistes malos, escena con un par de chistes de cunnilingus incluidos, comienzan a investigar: el dimante está en una pirámide, el centro comercial está lleno de policías de "incognito" (lo pongo entre comillas porque van vestidos en plan detective de las pelis de los 50) y la falsa poli está de jefa de seguridad de la joya.

Emilio Aragón en calzoncillos. La película lo tiene todo.

La mala, que sabe que los protagonistas están por allí, planea con su banda inculparlos del robo y matarlos. Al día siguiente, cuando vuelven a la jornada, la mala los ve por las cámaras de seguridad y el preso fugado los comienza a perseguir, hasta que acaban en un desfile de modelos. En el centro comercial. Repito: un desfile de modelos en un centro comercial. No, la película no tiene puto sentido. Consiguen escapar, pero en el intento, el jefe del centro comercial, la policía y el otro "malo" empiezan a perseguirlos. Vuelven a escaparse, esta vez gracias a una marabunta de mujeres que van a las rebajas (?), y se meten en la cámara de Egipto, vestidos de maniquies egipcios, sólo para descubrir que la joya la custodia un aligator cabreado, así que se van. ¿He dicho ya qué la película no tiene puto sentido?


Puri tiene un plan maestro: se infiltran vestidos de dependientas. Creo que ya lo he dicho, pero es una constante en toda la película: ellos se disfrazan, hacen chistes ridículos y a otra cosa. Infiltrados los cuatro, comienzan a recopilar los elementos para llevar a cabo el robo y consiguen colarse en la sala de Egipto, para escuchar a los ladrones y poder desabaratar su plan. Así pues, vestidos de señoras de la limpieza, se quedan en la sala de Egipto, esperando a los malos. Cuando estos llegan, consiguen tirar al dos de los ladrones pequeño estanque donde estaba el aligator y dejan insconciente a la infiltrada en la seguridad tirándole una manzana en la cabeza. Sin embargo, cuando ya tienen el ojo en sus manos, aparece otra vez la marabunta de mujeres de las rebajas y, accidentalmente, el ojo cae en la boca del aligator. Pese a todo, acaban en Brasil, su sueño. ¿Cómo? con la magia del cine, porque no dicen ni de donde sacan el dinero ni nada y FIN.


En conclusión: la película es tremendamente mala. Son un conjunto de sketches de Martes y 13, encima repetidos, puesto un poco con calzador, con una excusa argumental pobre y llena de chistes de culos, tetas, erecciones, sexo oral y demás.

5 Tunkas. Otro desastre más.

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