miércoles, 29 de octubre de 2014

Basket Case


Cuando empecé a escribir esté blog, comenté que me basaría en tres caminos, o vías, para etiquetar las películas malas: Las serie B, los taquillazos fallidos y las hypsterias pseudo-intelectuales. De los tres tipos, el que menos discusión produce es, sin duda, el primero. Porque hay mucha gente que se considera en superioridad intelectual por ser fan en exclusiva del tercer tipo (ya lo decía Ojete Calor: "me gusta el cine de verdad, no el de explosiones), mientras que otros reinvindican el valor del blockbuster por encima de la pretenciosidad cultureta. Pero nadie, ni los amantes del géneros, niegan (negamos) que las pelis de series B, los mockbuster, las xplotaiton y demás sean malas. Y sí, hablo de amantes del género, porque los hay, y cada vez más: igual que con los videojuegos, o los cómics, o incluso con la ciencia-ficción, la cultura hipster, en su vertiente más nerd, ha traído a más fans de este tipo de cine. No voy a negar, ni mucho menos, que fue justamente este intento hipster de apropiación de todo lo "contracultural" lo que me acercó con más fuerza al cine "trash". Obviamente, tampoco voy a negar, aunque suene a cliché, que ya veía cine de este estilo antes de que "fuera mainstream" pero, desde luego, no lo hacía con la misma asiduidad, bien porque no podía como ahora a este material (permanezco a esa extraña generación que quedó en medio de los videoclubs e internet), bien porque tenía otros intereses que absorbían mi tiempo adolescente (intentar follar sin ningún éxito).
Y bien, queridos lectores míos, os estaréis preguntando: ¿Todo este prólogo, a qué venía? Pues en mi dispersión eterna, quería comentar una conclusión, bastante obvia, que he observado a lo largo de diferentes visionados de diferentes películas: Hay mil y un tipos dentro de la serie B.
Y así, llegamos a la película en cuestión: Basket Case. En este caso, Basket Case peca de muchas cosas, pero no es Tunka el guerrero. Basket Case es una película con poquísimo presupuesto (35.000$), con actores malos (la mayoría sólo han actuado para esta película y, como mucho, sus secuelas), que ha envejecido mal (es de 1983) y que tiene unos efectos especiales cutrísimos. Pero es una película entretenida, hecha con mimo, con una buena idea, con mucha sangre y alguna teta. En resumen, es de esas que son malas pero molan. No es, ni mucho menos una película perfecta, pues peca de todo lo que he comentado arriba y de alguna que otra cosa más. Al ser una película hecha con una idea básica (dos hermanos siameses, uno humano y otro un monstruo son separados y buscan venganza), se hace demasiado larga y, además, está montada de manera algo extraña. Pese a todo, como ya he dicho, mola mucho. Tiene escenas simplemente geniales y un final... QUE FINAL En definitiva, está sí que debéis verla.